Adviento 2013
Guía Para cada Domingo
El Adviento es un tiempo fuerte
de la Iglesia, que nos prepara a celebrar el nacimiento de Jesucristo, pero no es solo
una temporada, más bien nos prepara a entrar en el primer gran misterio de
Cristo “la encarnación”, por lo que debemos disponernos para vivirlo,
comprenderlo y actualizarlo en nuestras vidas.
En este tiempo de adviento,
encontramos tres momentos o formas de vivir y comprenderlo:
1) Adviento histórico:
recordamos durante los 4 domingos anteriores a la Navidad, desde la liturgia
dominical y se une al 2° momento del
adviento.
2) Adviento
Escatológico: la Iglesia entera tiene su mirada hacia el regreso de su Señor,
en cada Eucaristía celebramos las palabras de Jesús hasta que vuelva.
3) Adviento actual y
cotidiano: lo vivimos todos los días atentos por reconocer a Dios entre
nuestros hermanos, actualizando las obras de misericordia, en el enfermo, el
que sufre, el que no sabe, el abandonado, ahí está Jesús presente.
¿Cómo vivir este adviento?
Es un tiempo de
quitar, de limpiar, de acomodar, la pregunta determinante es:
¿Qué quitar, acomodar
y limpiar?
La liturgia nos da pistas, nos
da pautas para trabajar en nuestra vida y tener un hilo conductor para llegar
más dispuestos a la Navidad. Reconocer
estas acciones que nos proponen en los Evangelios dominicales, podemos ir
caminando juntos, como Iglesia, como familia y como movimiento.
Veamos que es lo que nos dice
Dios en este Adviento y qué acciones encontramos, qué retos y desafíos debemos
de cumplir para prepararnos al nacimiento de Cristo.
1° domingo:
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 24, 37-44
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo
de Noé.
Antes del diluvio, la gente
comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando
menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá
cuando venga el Hijo del Hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo
llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la
llevarán y a otra la dejarán.
Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá
vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de
la noche viene el ladrón, estaría en
vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la
hora que menos penséis viene el Hijo del
Hombre.
Palabra de Dios
Reflexión:
“Estad también vosotros preparados,
porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre”. Palabras que pueden
sonar fuerte, y lo son, pero no son para generar miedo, y si poner atención.
Esta lectura nos dispone a estar atentos, y reconocer 2 ángulos: el regreso de
Jesús (parusía) y las obras de misericordia, que es como vamos preparando su
regreso.
2° domingo:
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen
se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: -«Alégrate, llena
de gracia, el Señor está contigo.» Ella se turbó ante estas palabras y se
preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: -«No temas, María, porque
has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un
hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo,
el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de
Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: -«¿Cómo
será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: -«El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el
Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel,
que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que
llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: -«Aquí
está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel.
Palabra de Dios
Reflexión:
“Aquí está la
esclava del Señor; hágase en mí
según tu palabra”. Cuantas veces hemos tenido que vivir cosas que no nos
agradan o que no son lo que buscamos en nuestras vidas, que no son lo que
queremos, pero que reconocemos que Dios está actuando.
¿Qué es lo que Dios quiere para todos? ¿Hay algún llamado
universal? La Felicidad, es el llamado, ser generadores de felicidad, no
aparente, no simple, sino desde el compromiso de ser cristianos comprometidos.
3° domingo:
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 2-11
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las
obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos:
—«¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a
otro?»
Jesús les respondió:
—«Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los
ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos
oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio.
¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre
Juan:
—«¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña
sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis
a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los
palacios.
Entonces, ¿a qué salisteis?,
¿a ver a un profeta?
Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está
escrito:
“Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el
camino ante ti.”
Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que
Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más
grande que él.»
Palabra de Dios
Reflexión:
“Los ciegos ven,
y los inválidos andan; los leprosos
quedan limpios, y los sordos oyen;
los muertos resucitan, y a los
pobres se les anuncia el
Evangelio”. Nos admiramos con lo que
Jesús hacía y podemos quedarnos como simples espectadores, o participar con
Jesús en la tarea de manifestar a Dios a todos los que nos rodean.
La ceguera espiritual o afectiva, los inválidos físicos o
limitados por el rencor, los vicios, los enfermos de odio, rencor, los muertos
por las adicciones, por la soberbia, los pobres que se sienten abandonados sin
esperanza, sin sentir el amor de Dios.
4° domingo:
Lectura del santo Evangelio según
san Mateo 1, 18-24
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de
vivir juntos, resultó que ella esperaba
un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla,
decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció
en sueños un ángel del Señor que le
dijo:
—«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a
María, tu mujer, porque la criatura que
hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás
por nombre Jesús, porque él salvará a su
pueblo de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había
dicho el Señor por el profeta:
Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le
pondrá por nombre Emmanuel que significa “Dios-con-nosotros”.»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el
ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.
Palabra de Dios
La espera de San José también responde al creyente de hoy, y el reconocimiento de “Dios-con-nosotros”. Esta actitud nos llama a todos, a vivir con
la apertura, dejando que sea él quien gobierne, libere, de sentido a lo que
somos y hacemos. A pesar de que en una mentalidad machista como la judía, José
responde, confía en Dios, convirtiéndose en el santo del silencio, colaborador
de la Redención indirecto.
Navidad
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 1- 18
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra
estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba
junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada
de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los
hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:
éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos
vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo
hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de
ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en
su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano,
sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, y
hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da
testimonio de él y grita diciendo:"Éste es de quien dije: 'El que viene
detrás de mí pasa delante de mi,
porque existía antes que yo.'"
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras
gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad
vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo
único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
Palabra de Dios
Reflexión:
En este pasaje 8 veces se repite “Palabra”
palabra salida de Dios, ilumina, actúa, brilla, pero es la palabra salida de Dios y que entra en nuestras vidas, para dar vida.
El reconocimiento del llamado de Dios, de anunciar el
Evangelio, estar atentos y aceptar su palabra, estar preparados, para que lo
celebremos, para que lo encontremos todos nuestros días y lo esperemos como
familia.
El Adviento es el tiempo en que la Iglesia recuerda de
modo particular la promesa de Jesús de regresar, por lo que debemos de
prepararnos.
El compromiso del cristiano es actualizar nuestra vida en
el encuentro con Dios, Emmanuel “Dios con nosotros” es reconocerlo, buscarlo,
encontrarlo todos los días de diversas maneras, momentos, situaciones.
Las obras de misericordia son la puerta de entrada para
iniciar este proceso:
- Dar de comer al hambriento.
- Dar de beber al sediento.
- Vestir al desnudo
- Visitar a los enfermos
- Asistir al preso
- Dar posada al caminante
- Sepultar a los muertos.
- Enseñar al que no sabe y
- Dar buen consejo al que lo necesita.
- Corregir al que se equivoca.
- Perdonar las injurias.
- Consolar al afligido.
- Tolerar los defectos del prójimo.
- Hacer oración por los difuntos.
Carlos Escorza Ortiz
Teólogo
Proyecto Personal, Familiar, Grupal, Comunitario:
Cada domingo hacer el propósito de adviento,
alguna acción o tarea, personal o familiar que puedan realizar en base al
evangelio.
1° domingo:
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2° domingo
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3° domingo
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4° domingo
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Puedes tener retos personales,
que sirvan para fortalecer a tu familia, profesionales, laborales, económicos,
pero teniendo siempre presente que es con Cristo con quien debemos de
encontrarnos todos los días.
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