martes, 31 de diciembre de 2013

1 de Enero: ¿Qué celebra la Iglesia?

1 de Enero: ¿Qué celebra la Iglesia?


Decía San Agustín que hay dos momentos fuertes en la Iglesia que deben celebrarse 8 días como si fueran uno, la Navidad y la Pascua, por eso llamamos a la semana siguiente en ambas celebraciones “Octava” por que la importancia de estos dos acontecimientos marcan a toda la humanidad.

Navidad, además de marcar el cambio de una era, también celebramos la encarnación del hijo de Dios, que permite la Revelación plena del Padre y también  haciendo cercana la salvación prometida, que finalmente se alcanza con la Pascua.

El 1 de enero, la Iglesia celebra la fiesta de Santa María Madre de Dios, esta celebración se remonta a los primeros siglos de la Iglesia, concluyendo la octava de Navidad con esta celebración, y coincide con el inicio del año nuevo civil.

Como católicos celebramos el final la Octava de Navidad, y juntamente podemos pedir por el año nuevo civil que comienza, pidiendo por todas nuestras necesidades y poniendo en manos de la Santa María todos nuestros proyectos.

Sabemos que el año litúrgico inicia con el 1° domingo de adviento y termina con la fiesta de Cristo Rey pero también ponemos en manos de Dios y de Santa María todos nuestros anhelos.

La Sagrada Tradición de la Iglesia se remonta a los primeros siglos, donde se tiene presente en la liturgia la antífona que muchas veces hemos pronunciado y que ahora como desde los primeros siglos decimos a nuestra Madre: “Ruega por nosotros Santa Madre de Dios…”

Carlos Escorza Ortiz
Teólogo





martes, 17 de diciembre de 2013

ABANDONAR LA COMODIDAD PARA QUE LA LUZ DEL EVANGELIO LLEGUE A TODAS LAS PERIFERIAS

ABANDONAR LA COMODIDAD PARA QUE LA LUZ DEL EVANGELIO LLEGUE A TODAS LAS PERIFERIAS

Ciudad del Vaticano, 17 diciembre 2013 (VIS).- Con motivo del octavo centenario de la muerte del Fundador de la Orden de los Trinitarios, San Juan de Mata, y el cuatrocientos aniversario de la muerte de san Juan Bautista de la Concepción, reformador de la misma Orden, el Santo Padre ha enviado una carta al Ministro General, el padre José Narlaly.
De esta forma, Francisco ha querido unirse a ellos en su acción de gracias a Dios Trinidad por estas figuras señeras para la Iglesia” y asimismo hacerles “llegar este sencillo mensaje de aliento y cercanía espiritual, con el deseo de que les sirva de estímulo y compañía para avanzar con entusiasmo y decisión por el camino espiritual que ellos trazaron para gloria del que es tres veces Santo y bien de los que pasan por pruebas diversas”.
El Papa ha recordado la vida ejemplar de los santos que, al recibir la llamada de Dios, lo dejaron todo por los más necesitados. “Todos estamos llamados a experimentar la alegría que brota del encuentro con Jesús, para vencer nuestro egoísmo, -escribe- para salir de nuestra propia comodidad y atrevernos a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio”.
“Los Trinitarios tienen claro, y de ello debemos aprender todos -continúa-, que en la Iglesia toda responsabilidad o autoridad debe ser vivida como servicio. De ahí que nuestra acción ha de estar despojada de cualquier deseo de lucro o promoción personal y tiene que buscar siempre poner en común todos los talentos recibidos de Dios, para dirigirlos, como buenos administradores, al fin para el que se nos han concedido; esto es, para aliviar a los más desfavorecidos. Ése es el interés de Cristo, y por ello las casas de vuestra Familia tienen la “puerta siempre abierta” para la acogida fraterna”.
El Papa les anima en su carta a “no dejar de imitar nunca a Cristo y, con la fuerza de su Espíritu, entréguense con humildad a servir al pobre y al cautivo. Hoy hay muchos... No busquen, por tanto, para sus obras e iniciativas apostólicas otro fundamento que no sea “la raíz de la caridad” y “el interés de Cristo”, que mi predecesor, Inocencio III, consideró como los quicios esenciales de este modo nuevo de vida que aprobaba con su autoridad apostólica”.


martes, 10 de diciembre de 2013

Oración por la Paz

ORACIÓN DE PAZ


SEÑOR JESÚS , TU ERES NUESTRA PAZ,

MIRA NUESTRA PATRIA DAÑADA POR LA VIOLENCIA

Y DISPERSA POR EL MIEDO Y LA INSEGURIDAD.

CONSUELA EL DOLOR DE QUIENES SUFREN.

DA ACIERTO A LAS DECISIONES

DE QUIENES NOS GOBIERNAN.

TOCA EL CORAZÓN DE QUIENES OLVIDAN QUE SOMOS

HERMANOS Y PROVOCAN SUFRIMIENTOS Y MUERTE.

DALES EL DON DE LA CONVERSIÓN.

PROTEGE A LAS FAMILIAS,

A NUESTRO PUEBLO Y COMUNIDADES QUE COMO DISCÍPULOS MISIONEROS TUYOS, CIUDADANOS RESPONSABLES.

SEPAMOS SER PROMOTORES DE JUSTICIA Y DE PAZ ,
PARA QUE EN TI, NUESTRO PUEBLO TENGA VIDA DIGNA. AMEN.

MARÍA, REINA DE LA PAZ, RUEGA POR NOSOTROS.

viernes, 6 de diciembre de 2013

LOS TEÓLOGOS SON PIONEROS DEL DIÁLOGO DE LA IGLESIA CON LAS CULTURAS

LOS TEÓLOGOS SON PIONEROS DEL DIÁLOGO DE LA IGLESIA CON LAS CULTURAS
Ciudad del Vaticano, 6 diciembre 2013 (VIS).-Auscultar, discernir e interpretar, con la ayuda del Espíritu Santo, las múltiples voces de nuestro tiempo y valorarlas a la luz de la palabra divina, a fin de que la Verdad revelada pueda ser mejor percibida, mejor entendida y expresada en forma más adecuada. Esa es una de las tareas del teólogo, ha afirmado el Papa Francisco, citando la constitución pastoral Gaudium et spes, recibiendo esta mañana a los miembros de la Comisión Teológica internacional, presidida por el arzobispo Gerhard Ludwig Müller, que acaban de celebrar su asamblea plenaria.
Los teólogos son, por tanto, pioneros del diálogo de la Iglesia con las culturas; un diálogo, al mismo tiempo, crítico y benévolo que debe favorecer la acogida de la Palabra de Dios por parte de los hombres, de toda nación, raza, pueblo y lengua, ha proseguido el Santo Padre, abordando, a continuación los temas que la Comisión ha tratado en la asamblea, comenzando por las relaciones entre el monoteísmo y la violencia.
Vuestras reflexiones -ha dicho- atestiguan que la Revelación de Dios constituye realmente una Buena Nueva para todos los hombres. ¡Dios no es una amenaza para el ser humano! La fe en el Dios único y tres veces santo no es y nunca puede ser generadora de violencia e intolerancia. Al contrario, su carácter, altamente racional le confiere una dimensión universal, capaz de unir a los hombres de buena voluntad. Por otra parte, la Revelación definitiva de Dios en Jesucristo ha hecho imposible cualquier recurso a la violencia 'en el nombre de Dios'. Precisamente por su rechazo de la violencia, por haber derrotado al mal con el bien, con su sangre en la cruz, Jesús ha reconciliado a los hombres con Dios y entre ellos.
El mismo concepto de paz ha sido el hilo conductor de la reflexión sobre la doctrina social de la Iglesia cuyo objetivo es traducir en lo concreto de la vida social el amor de Dios por el ser humano que se manifestó en Jesucristo... Y la Iglesia tiene que vivir, en primer lugar dentro de sí, el mensaje social que lleva al mundo. Las relaciones fraternales entre los creyentes, la autoridad como servicio, la compartición con los pobres: todos estos rasgos que caracterizan la vida eclesial desde sus orígenes, pueden y deben constituir un modelo vivo y atractivo para las diversas comunidades humanas, desde la familia a la sociedad civil.
Ese testimonio -ha recalcado el Obispo de Roma- pertenece al Pueblo de Dios en su conjunto, que es un Pueblo de profetas. Por el don del Espíritu Santo, los miembros de la Iglesia poseen el sentido de la fe. Se trata de una especie de 'instinto espiritual' que hace 'sentire cum Ecclesia' y discernir lo que es conforme a la fe apostólica y al espíritu del Evangelio. Efectivamente, el 'sensus fidelium', no se puede confundir con la realidad sociológica de una opinión mayoritaria. Por lo tanto es importante, y es vuestra tarea, elaborar los criterios que permitan discernir las expresiones auténticas del 'sensus fidelium'. Esta atención es de máxima importancia para los teólogos. El Papa Benedicto XVI subrayó varias veces que el teólogo debe permanecer a la escucha de la fe vivida por los humildes y los pequeños, a los que el Padre quiso revelar lo que está escondido a los doctos y a los sabios.
La misión del teólogo es al mismo tiempo fascinante y arriesgada. Fascinante porque la búsqueda y la enseñanza de la teología pueden convertirse en un verdadero camino de santidad, como atestiguan numerosos Padres y Doctores de la Iglesia. Pero también es arriesgada porque comporta tentaciones: la aridez del corazón, el orgullo, incluso la ambición, ha observado el Papa recordando a este propósito la misiva que una vez San Francisco de Asís mandó a San Antonio de Padua: Me gusta que enseñes la sagrada teología a los hermanos, con tal de que, con el estudio, no apagues el espíritu de santa oración y devoción.

Al final, el Santo Padre ha encomendado a los teólogos y teólogas a la Virgen Inmaculada para que crezcan en este espíritu de oración y de devoción y así, con profundo sentido de humildad, sean verdaderos servidores de la Iglesia.