viernes, 25 de abril de 2014
8 logros de un pontificado revolucionario, Juan XXIII
8 logros de un
pontificado revolucionario, Juan XXIII
Juan XXIII se ganó rápidamente el sobrenombre
de "Papa bueno”. Así lo percibían los cristianos de a pie y las personas
que lo trataron de cerca. Junto a las grandes empresas, como el Concilio
Vaticano II, llevó a cabo sencillos gestos que perduran y que también han
cambiado la Iglesia.
TRADICIONES PARA LA HISTORIA
Cambios sencillos pero de calado, como el
rezo público del Ángelus los domingos. El Papa bueno instauró esta tradición de
rezar desde la ventana del Palacio Apostólico y dedicar una pequeña catequesis
a los peregrinos.
CERCA DE LAS PERSONAS
Siempre intentó estar cerca de la gente, como
Papa y como obispo. Fue el primer pontífice que salió de las murallas vaticanas
y visitó las parroquias de Roma. También fue a hospitales y cárceles. Incluso
en ocasiones esquivaba a la Gendarmeria vaticana para salir solo o con uno de
sus secretarios.
UN NOMBRE ÚNICO
Juan XXIII tuvo el coraje de tomar el nombre
de un usurpador y transformarlo. Hubo un antipapa en el siglo XV que se llamó
Juan XXIII. El cardenal Roncalli no tuvo miedo de usar el nombre que había
manipulado un impostor y que se evitó durante 500 años.
BUSCÓ LA PAZ
Fue testigo de dos guerras mundiales. Como
resultado, dos regímenes políticos opuestos dividieron al mundo. Juan XXIII se
dio cuenta de que era necesario tender puentes e intercambió cartas con
mandatarios como Kruschew, el líder de la Unión Soviética.
MENSAJES PARA TODOS LOS HOMBRES
Dirigió por primera vez una encíclica a
"todos los hombres de buena voluntad” no sólo a los católicos. Fue
"Pacem in terris”, un vivo alegato contra la guerra en el que reivindicaba
que el conflicto armado no podía ser usado como un instrumento para buscar
justicia.
RENOVÓ LA CURIA
A los pocos meses de ser designado Papa, Juan
XXIII convocó un consistorio para la creación de nuevos cardenales y más de la
mitad eran no italianos. Rejuveneció la Curia y también creó por primera vez
cardenales a un japonés, un africano, un filipino y un venezolano.
CONCILIO VATICANO II
Sin duda, la mayor revolución de Juan XXIII
fue el Concilio Vaticano II. Una reunión de todos los obispos del mundo para
estudiar la situación de la Iglesia. Un Papa anciano, considerado de
transición, fue capaz de llevar a cabo uno de los cambios más profundos en la
Iglesia de nuestro tiempo.
ECUMENISMO
Precisamente al Concilio Vaticano II invitó,
como observadores, a musulmanes, indios americanos y a miembros de todas las
Iglesias cristianas. Trabajó por el diálogo entre los cristianos de todas las
confesiones. Puso en marcha el primer organismo vaticano destinado a promover
la unidad de los cristianos.
Como sucedió con Juan Pablo II, miles de
personas rindieron su último homenaje a Juan XXIII cuando falleció. Y al igual
que con el Papa Wojtyla también con el Papa Roncalli se entonó el "santo
súbito”. Ambos serán elevados juntos a los altares y quedará escrito un
capítulo más en la historia común de estos dos Papas pues fue Juan Pablo II
quien beatificó a Juan XXIII en el año 2000.
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