domingo, 29 de septiembre de 2013

Falta mucho por hacer... Obras de la Iglesia en el mundo

Las buenas obras de la Iglesia Católica
Por José Miguel Arráiz

Frecuentemente me encuentro personas que mantienen una constante crítica destructiva sobre la Iglesia Católica. 
Suelen resaltar solo cosas negativas, la mayoría de las veces terminan creando una leyenda negra muy alejada de la realidad, que a su vez es transmitida a otras personas, quienes entran a una especie de círculo vicioso donde comienzan a hacer lo mismo. Es por eso que he querido escribir solo algunas líneas donde pretendo resaltar algunas (de entre muchas) cosas buenas que la  Iglesia ha hecho y hace por la humanidad. 
Si eres de aquellos que ve solo cosas malas en la Iglesia, te invito a que te tomes un tiempo a revisar estas líneas, investigar si lo que aquí dice es cierto y luego preguntarte sinceramente si la imagen que tienes de la Iglesia corresponde a la realidad.

Y si eres un católico que tiene que enfrentarte frecuentemente a la crítica de tus 
amigos y conocidos anticatólicos también te invito a leerlas, podrás así ayudarlos a 
tener una perspectiva más clara y salir de su error.

La Iglesia Católica en África sostiene:
12.496 Escuelas maternas 
33.263 Escuelas primarias 
9.838 Escuelas secundarias
1.074 Hospitales
5.373 Dispensarios 
186 Leproserías
753 Casas para ancianos, enfermos crónicos, minusválidos
979 Orfanatos
1.997 Jardines de infancia
1.590 Consultorios matrimoniales
2.947 Centros de educación o reeducación.
1.279 Otras instituciones

La Iglesia Católica en América:
La Iglesia sostiene en este continente:
15.788 Escuelas maternas 
22.562 Escuelas primarias 
11.053 Escuelas secundarias
1.669 Hospitales
5.663 Dispensarios 
38 Leproserías
3.839 Casas para ancianos, enfermos crónicos, minusválidos
2.463 Orfanatos
3.715 Jardines de infancia
4.827 Consultorios matrimoniales
13.652 Centros de educación o reeducación.
4.239 Otras instituciones

La Iglesia Católica en Asia sostiene:
13.683 Escuelas maternas 
15.698 Escuelas primarias 
9.298 Escuelas secundarias
1.102 Hospitales
3.532 Dispensarios 
293 Leproserías
2.095 Casas para ancianos, enfermos crónicos, minusválidos
3.367 Orfanatos
3.211 Jardines de infancia
969 Consultorios matrimoniales
5.379 Centros de educación o reeducación.
1.870 Otras instituciones

La Iglesia Católica en Europa sostiene:
23.602 Escuelas maternas 
17.222 Escuelas primarias 
10.338 Escuelas secundarias
1.363 Hospitales
2.947 Dispensarios 
3 Leproserías
8.271 Casas para ancianos, enfermos crónicos, 
minusválidos
2.480 Orfanatos
2.524 Jardines de infancia
5.919 Consultorios matrimoniales
10.576 Centros de educación o reeducación.
2.761 Otras instituciones

La Iglesia Católica en Oceanía sostiene:
1.695 Escuelas maternas 
2.949 Escuelas primarias 
683 Escuelas secundarias
170 Hospitales
573 Dispensarios 
1 Leproserías
490 Casas para ancianos, enfermos crónicos, 
minusválidos
87 Orfanatos
108 Jardines de infancia
294 Consultorios matrimoniales
592 Centros de educación o reeducación.
207 Otras instituciones

En total tenemos que la Iglesia administra un total de 67.264 escuelas maternas frecuentadas por 6.386.497 
alumnos; 91.694 escuelas primarias por 29.800.338  alumnos; 41.210 institutos secundarios por 16.778.633 alumnos. Además sigue 1.894.148 jóvenes de las escuelas superiores y 2.837.370 estudiantes 
universitarios. Los institutos de beneficencia y asistencia administrados en el mundo por la Iglesia 
comprenden: 5.378 hospitales, 18.088 dispensarios, 521 leproserías, 15.448 casas para ancianos, 
enfermos crónicos y minusválidos, 9.376 orfanatos, 11.555 jardines de infancia; 13.599 consultorios matrimoniales, 33.146 centros de educación o reeducación social y 10.356 instituciones de otros tipos.

Es particularmente notorio que del total de personas infectadas en el mundo con el VIH/SIDA, aproximadamente el 25 por ciento es atendida por alguna institución de la Iglesia Católica, lo que la convierte en la institución más importante a nivel mundial  en este tema. Este porcentaje aumenta en el caso de África, en donde la Iglesia cuida de casi el 50 por ciento de los afectados por este flagelo. En entrevista concedida a la plataforma multimedia de la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada, Wheregodweeps.org, el P. Michael Czerny, fundador de la Red Jesuita para lucha  contra el SIDA en África, precisa que en algunos lugares alejados de las grandes ciudades, la cantidad de personas que sufren esta enfermedad y que son atendidas por la Iglesia llega incluso al 100 por ciento.

Para más detalles puede consultar las Estadísticas de la Iglesia Católica - Especial Jornada Misionera 20092
Algunas organizaciones y movimientos católicos.Es imposible recopilar en un solo artículo todas las organizaciones y movimientos católicos, esta recopilación parcial sirva solo como un botón de muestra.

Caritas Internationalis es una confederación de 162 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social, que trabaja en la construcción de un mundo mejor para los pobres y oprimidos, en más de 200 países y territorios. Caritas trabaja sin tener en cuenta la confesión, raza, género o 
etnia, de sus beneficiarios, y es una de las más amplias redes humanitarias de todo el mundo.
La misión de Caritas se arraiga en la doctrina social de la Iglesia, centrándose en la  dignidad de la persona humana. El trabajo de Caritas por los pobres manifiesta el  amor de Dios por todo lo creado. Caritas cree que los pobres y oprimidos no deben ser objeto de compasión, sino agentes del cambio, en la lucha por erradicar una pobreza que deshumaniza, condiciones inaceptables de vida y trabajo, y estructuras 
sociales, políticas, económicas y culturales que son injustas.

Lo que hace única a Caritas es su presencia constante en las comunidades antes, durante y después de las crisis.
Caritas combate la pobreza, la exclusión, la intolerancia y la discriminación. Lo más importante es que habilita a los pobres a participar plenamente en todos los asuntos que afectan sus vidas, e intercede por ellos en los foros nacionales e internacionales.
Misioneras de la Caridad
Es una orden religiosa católica fundada por la Madre Teresa de Calcuta en el año 1950 cuya finalidad es 
ayudar a los más pobres. Actualmente cuenta con aproximadamente 4500 monjas en más de 133 países 
que hacen los votos de pobreza, castidad y obediencia más un cuarto voto de servicio libre y de todo corazón a los más pobres de entre los pobres.
Los Hermanos de las Misioneras de la Caridad se fundan en 1963, y una rama contemplativa de las Hermanas se crea en 1976. En 1984 la Madre Teresa fundó junto al Padre Joseph Langford los 
Padres Misioneros de la Caridad.
Las Misioneras ayudan a refugiados, ex prostitutas, enfermos mentales, niños abandonados, leprosos, víctimas del sida, ancianos y convalecientes. Tienen escuelas atendidas por voluntarios para educar a los niños de la calle, comedores de caridad, y proveen otros servicios de acuerdo con las necesidades de la comunidad. Solo en Calcuta existen 19 casas que acogen hombres y mujeres necesitados, niños 
huérfanos, enfermos de sida, una escuela de niños de la calle y una colonia de leprosos. Estos servicios son proporcionados a la gente sin tener en cuenta su religión.

Salesianos de Don Bosco
La obra salesiana en el mundo busca prestar un servicio a los jóvenes pobres, abandonados y en peligro, según el camino recorrido a finales del Siglo XIX en el norte de Italia por San Juan Bosco, "Don Bosco" como es más popularmente conocido.Don Bosco sintió el llamado a vivir esta vocación desde un 
servicio sacerdotal y paulatinamente fue experimentando diversas iniciativas a favor de estos jóvenes, golpeados duramente por el proceso de industrialización creciente de la época. Así, las obras emprendidas iban desde la asistencia directa proporcionándoles comida, casa, ropa hasta la promoción integral, organizando escuelas y centros de atención, prevención y recreación, naciendo así "la obra de Don Bosco".
En 1888, año de la muerte de Don Bosco, había 773 salesianos y 276 novicios. En la actualidad los salesianos son 16.568 y están presentes en 128 naciones entre lascuales las primeras cinco en número de salesianos son Italia (2669), India ( 2261), España (1297), Polonia (1025) y Brasil (799). Tienen una vasta red de obras que incluyen colegios, centros juveniles, parroquias, centros de atención al niño de la 
calle, centros misioneros y cooperación con organizaciones oficiales y no gubernamentales en beneficio de la juventud más necesitada. La Familia Salesiana está conformada por un gran número de institutos entre religiosos y laicos de los cuales los principales son la Sociedad de San Francisco de Sales, las Hijas de María Auxiliadora, la Asociación de Salesianos Cooperadores y la Asociación de Ex alumnos 
Salesianos.

Fe y Alegría
Es un “Movimiento de Educación Popular Integral y Promoción Social” cuya acción se dirige a sectores 
empobrecidos y excluidos para potenciar su desarrollo personal y participación social. Nace en Venezuela el 5 de marzo de 1955 cuando se abrieron las puertas de la primera escuela de Fe y Alegría en una barriada marginal del oeste de Caracas, gracias a la generosidad de Abraham Reyes, un humilde albañil que cedió su propia vivienda para acoger a los niños de la zona. Así comienza la evolución de lo que es hoy el 
"Movimiento Internacional de Educación Popular Integral y Promoción Social Fe y Alegría"

El Movimiento se extendió luego a Ecuador (1964), Panamá (1965), Perú (1966), 
Bolivia (1966), El Salvador (1969), Colombia (1971), Nicaragua (1974), Guatemala 
(1976), Brasil (1980), República Dominicana (1990), Paraguay (1992), Argentina 
(1995), Honduras (2000), Chile (2004) y Haití (2006). En 1985 se establece Fe y 
Alegría en España como una plataforma de apoyo a los países latinoamericanos y de difusión del trabajo del Movimiento en Europa; desde 1999 se redefine su misión para asumir nuevos retos en el campo de la cooperación al desarrollo, con el nombre de Fundación Entreculturas-Fe y Alegría. Son ya 17 el número de países donde operan organizaciones nacionales de Fe y Alegría asociadas como Federación 
Internacional. Además, en Italia se tiene una extensión del Instituto Radiofónico 
(IRFEYAL) de Ecuador.

Para el 2006, los alumnos y participantes atendidos llegaba a 1.364.077. El número descontando los registrados en más de un programa es de 938.458. Se opera con una red de 1.603 puntos en los que funcionan 2.796 unidades de servicio: 1.135 son planteles escolares, 56 emisoras de radio, 506 centros de educación a distancia y 905 centros de educación alternativa y servicios. En Fe y Alegría trabajan 37.909 
personas, el 97,7% laicos y 2,3% miembros de congregaciones religiosas. Esta cifra no incluye a centenares de colaboradores voluntarios en los distintos países.

La cifra de personas a las que llega la acción del Movimiento bien pudiera estar por los siete millones al año. Además de la educación escolarizada en preescolar, básica y media, se ha abierto espacio a otras formas de acción para la promoción humana, como son: las emisoras de radio, los programas de educación de adultos, capacitación laboral y reinserción escolar, la formación profesional media y superioruniversitaria, el fomento de cooperativas y microempresas, así como proyectos de desarrollo comunitario, salud, cultura indígena, formación de educadores, edición de materiales educativos, entre otros.

Manos Unidas
Manos Unidas es una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) católica, de voluntarios, que desde 1960 lucha contra la pobreza, el hambre, la malnutrición, la enfermedad, la falta de instrucción, el subdesarrollo y contra sus causas. Nació como una campaña puntual contra el hambre y a partir de 1978 adquirió plena personalidad jurídica, canónica y civil, como organización, pasando a denominarse "Manos Unidas". Para cumplir su objetivo financia proyectos de desarrollo en los países del Sur y realiza campañas de sensibilización en nuestro país.Solamente en el año 2008 aprobó 774 proyectos de desarrollo en África, América, Asia y Oceanía (Ver Proyectos de Manos Unidas año 2008)

Legión de María
La Legión de María es una organización apostólica de laicos en la Iglesia Católica con más de 10 millones de miembros activos y millones de auxiliares en el mundo, nació en Dublín, Irlanda el 7 de setiembre de 1921. Las oraciones legionarias se rezan ya en 125 lenguas distintas. Ha sido aprobado por los 6 últimos Papas y fue endorsada por el Concilio Vaticano II. Funciona con reuniones semanales de grupo, donde se 
ora, se revisa la actividad apostólica, y se estudian temas formativos para hacer más eficaz el apostolado. Los grupos son mixtos de unos 12 miembros dirigidos por 4 seglares y un sacerdote. Existen grupos para adultos a partir de los 18 años. Para menores de edad hay grupos de semilleros (niños de 5 a 10 años), juveniles (de 11 a 14 años) e Intermedios (de 15 a 18 años).

Parte de su apostolado consiste en realizar un trabajo apostólico concreto cada semana, con duración mínima de dos horas, acompañado de otro legionario, entre las cuales están:
Visita a enfermos, ancianos, discapacitados, encarcelados, infectados por el SIDA, 
drogadictos, etc.
Difusión de periódicos y libros católicos. Librerías ambulantes.Campañas de alfabetización y clases de cultura.Formación de equipos litúrgicos.Visita a niños en albergues y en hospitales.
Contactos callejeros en las calles y parques.Charlas de Planificación Familiar Natural: Método de la Ovulación Billings. Contacto con personas que van a cometer un aborto.

Siervas del plan de Dios
Las siervas del plan de Dios son una fundación de mujeres consagradas a Dios mediante la Plena Disponibilidad Apostólica, que viven en comunidad y se entregan a Dios a través de un servicio evangelizador y solidario. Fueron fundadas por D. Luis Fernando Figari el 15 de agosto de 1998 
con la aprobación del entonces Cardenal Augusto Vargas Alzamora S.J. Arzobispo de Lima y Primado del Perú. Forman parte de la Familia Sodálite cuya espiritualidad particular fue aprobada por el Papa 
Juan Pablo II.
Entre sus muchas labores sirven a los enfermos o doliente en hospitales, clínicas, asilos, hospicios, centros médicos, postas y similares servicios. Realizan una labor de atención profesional y acompañamiento espiritual a los enfermos. Buscan vivir una amorosa solidaridad con los necesitados impulsando proyectos y trabajando en obras de asistencia y promoción humana con espíritu evangélico y desde la enseñanza 
social de la Iglesia. Realizan también misiones a zonas pobres, alejadas o con pocos agentes pastorales, buscando anunciar al Señor Jesús en respuesta a sus necesidades espirituales y contribuir al alivio de sus necesidades materiales más urgentes.

La Iglesia Católica y su contribución a la Civilización
La contribución a lo largo de la historia al arte, la música, la arquitectura, la ciencia, el derecho y la economía son innegables. El historiador Thomas Woods en su libro Como la Iglesia Católica construyó la civilización occidental profundiza en el legado del cristianismo, hoy a menudo desconocido o negado. Concluye que al estudiar la civilización occidental y sus instituciones, estas no han sido fruto de una evolución casual y 
dispersa. A partir de la herencia de Grecia y Roma, han nacido dentro de una matriz cultural cristiana que, junto con los inevitables fallos humanos, ha supuesto una obra civilizadora decisiva.

Siguiendo la historia de la Iglesia Católica, Woods demuestra en capítulos monográficos las aportaciones que ha hecho a la cultura occidental: la labor civilizadora de los monasterios en la Edad Media, el nacimiento de las universidades, las maravillas del arte de las catedrales, el desarrollo de la ciencia experimental 
desde finales de la Edad Media, los orígenes del Derecho Internacional, los precedentes de la economía moderna en la Escuela de Salamanca, el desarrollo de las obras de beneficencia cuando nadie se preocupaba por los más pobres, la progresiva erradicación de muchas conductas inhumanas… En conjunto, se ve cómo la fe ha sido una fuente inspiradora de iniciativas y energías para hacer el bien. Esto es solo una pequeña muestra de algunas cosas que todos deberíamos tomar en cuenta antes de hacer juicios de valor negativos de la Iglesia Católica. 

http://www.apologeticacatolica.org/Varios/Varios20.pdf

Cuando los creyentes y no creyentes buscan la verdad juntos



¿Quién se pregunta por qué el diálogo entre cristianos y seculares?, 
a respuesta que el diálogo es la forma humana.

Enzo Bianchi
En el diálogo entre los que tratan de ser coherentes con su fe y 
los que se esfuerzan para estar con sus convicciones, lo 
bello y también son difíciles ahora. Después de la carta abierta 
del Papa Francesco, Eugenio Scalfari parece predominar la 
impresión de la novedad, el punto de inflexión, que toma la forma 
de morir de hambre. Pero vale la pena detenerse siquiera en
 las confirmaciones y puntos de vista, perspectivas e interrogantes
 abiertos. En primer lugar, a los que se pregunte por qué el diálogo
 entre cristianos y seculares, la respuesta que el diálogo es la 
forma humana, por lo tanto, compartida por todos, "creyentes" 
y "no creyentes", para construir juntos un sentido, es el método 
de métodos, que se convierte en sínodo (synodos), desplazamiento
 realizado juntos. Y buscar la verdad juntos. Esta actitud, que para 
los cristianos se deriva de la creencia de que cada hombre, como tal, 
es la imagen y semejanza de Dios, da forma a la mansedumbre
 histórico, construye relaciones inspiradas en la dulzura que para
 Pablo VI "es propio carácter del diálogo" (Ecclesiam suam).
 El diálogo es el espacio de reemplazo de la violencia desarrollada 
por el profesorado único humano que es la palabra y de la que,
 desde Sócrates, no faltan ejemplos en la tradición cultural 
de Occidente fuera del cristianismo. . Diálogo, por lo tanto, que se 
practica como una forma de construir un mundo que cree en el poder 
de la palabra y se niega a confiar en la palabra de la mano de otra 
parte, el lenguaje expresa una dificultad fundamental: distinguir
 entre "creyentes" y "no creyentes" deja a muchos insatisfechos,
 y porque una de las dos categorías se define sólo en negativo
 que el otro, y por los que no creen en Dios a menudo todavía
 cree en el proceso de humanización y de algunas de las normas
 que sean compatibles con ella. Por otra parte, es característico de 
los cristianos más decir las palabras registradas en los Evangelios
 de que el padre de un niño que se enfermó por lo que recurrió a 
Jesús: "¡Creo, ayuda a mi poca fe!" (Mc 9,24). La creencia y la 
incredulidad también habitan en el creyente que cada día debe 
renovar su fe, disipar - como él -. Las dudas, la confianza en 
el Señor, cuando la oscuridad parece dominar También hay que 
entender por qué aparecen los gestos y las palabras del 
Papa Francisco nuevo en nuestro contexto cultural específico:
 se trata de un Papa no europeo y no italiano que atiende a 
un intelectual italiano. Ahora, en Italia, que ya habíamos visto, 
por lo menos desde el Concilio Vaticano II, también se trata de 
un diálogo en profundidad, pero nunca con el mismo como el 
principal interlocutor Papa. Del mismo modo, esto ha ocurrido
 y ocurre en forma regular e incluso mayor fuerza que en otros 
países, sobre todo fuera de Europa. Basta pensar, sólo para cita
r un ejemplo relacionado con el hecho de que el Papa es un jesuita, 
que entre sus hermanos religiosos son cinco mil indios, también nacido
 y criado en un contexto teológico en el que el diálogo cultural e interreligioso
 tiene mucho reto y oportunidad todos los días. La carta del Papa Francisco 
ciertamente ha tenido un impacto en todo el mundo, pero el más 
complicado - y aún más sorprendido - por la novedad nos mantenemos 
italiano. Un obispo de Roma, que tiene poder y autoridad sobre todo
 el mundo católico, se comunica directamente con el fundador y editor 
de un laico periódico que tiene su sede en Roma. Si la Iglesia Católica
 quiso, incluso en su autoridad suprema, que es el Concilio Ecuménico, 
abiertos al diálogo con el mundo contemporáneo, como sabemos
 por el Vaticano y su Constitución Gaudium et Spes, es decir, 
durante casi cincuenta años. Además de la definición de la 
Iglesia como "experta en humanidad", que quiere hablar y estar en 
solidaridad con la humanidad se remonta a Pablo VI y su discurso 
ante la Asamblea General de la ONU, 4 de octubre de 1965.
Desde entonces se han multiplicado para incluir a las agencias
responsables para el diálogo, no sólo con los cristianos no 
católicos y de otras religiones, sino también con el mundo
 de la cultura y los "no creyentes". Pero una cosa son las comisiones, 
las reuniones oficiales entre los expertos, los documentos elaborados
 en conjunto, otra cosa son los debates en el espacio público, "sillas", 
creado en las grandes ciudades, los "tribunales de los gentiles" 
abiertos a los pensadores de todas las escuelas y ., más recientemente, 
el intercambio directo entre los medios y el propio Papa un periodista
 influyente La noticia más importante es que, a este nivel de máxima 
divulgación - del diario los medios de comunicación - se ha pasado de
 debate académico y de la voluntad reiterada de la necesario para
 el diálogo, el diálogo en sí, escuchar a las demás preguntas y respuestas, 
para dar cuenta de qué o quién sentir su alma y sus acciones. Por eso he
 dicho que es difícil ahora, porque ahora no es suficiente para decir que
 quiere el diálogo, también hay que ponerlo en práctica, también acepte
 tratar sobre las cuestiones respecto de las cuales una u otra de las partes 
- y tal vez ambos - piensan ya se han asentado en las posiciones 
establecidas. "Hacer un pedazo de viaje juntos", entonces, por todos
 los medios se dan cuenta que no están solos a caminar, a considerar 
esta comparación una oportunidad, no una molestia o un obstáculo
 para una marcha más enviados , una gran potencial y no un sacrificio
 inevitable. Esto significa, para los cristianos, también se comprueba 
si el lenguaje que utilizamos es adecuado para ser entendido por nuestra
 pareja, si las pruebas en que se base puede tener una base también
 es un ser humano y no sólo reveló y trascendente, si lo que se 
presenta como una instancia más alta ética tiene un antropológica también
 para aquellos que no comparten la fuente. Las preguntas sobre el inicio, 
la calidad y el final de la vida, la forma de vida de la sociedad, las 
necesidades de la libertad religiosa, los balances de las instituciones
 democráticas, los derechos y los límites de la "injerencia humanitaria", 
el concepto mismo de la democracia y la justicia La discriminación 
decisiva entre lo que es bueno y lo que es malo son todas las áreas 
clave que requieren una ética del diálogo y, más aún, una práctica 
cotidiana concreta del diálogo. Esto se compara favorablemente que 
nos espera si de verdad queremos caminar juntos: la comparación se
 refiere a la acogida que ha tenido el llamamiento urgente del Papa Francisco
 por la paz es un paso fundamental. Papa Francesco parece haber sido 
capaz de atrapar en las preguntas que le formuló una sed Scalfari auténtico 
y un sincero deseo de confrontación y fue capaz de iniciar la respuesta
 con honestidad y empatía: ninguna reticencia en su propio camino de 
cristiano, un sacerdote y un obispo, sin distorsión compatible 
pensamiento católico y la tradición cristiana, pero la capacidad de 
utilizar las viejas palabras con ' la eficacia de un nuevo lenguaje
 sencillo porque un estilo evangélico, que ya es el mensaje, la cordialidad 
no afectado. Y lo más importante, la voluntad de abrir y continuar la 
discusión, no para cerrarla. Si queda claro que Jesucristo es el principio
 por el Papa y el cumplimiento de su fe, esto no agota la comparación, 
pero profundiza, con plena conciencia de lo que significa para un evento
 cristiano inaudito de un Dios que se hizo hombre. Quién cristiana hay 
una respuesta que dar a las palabras de Jesús: "¿quién decís que soy yo?"
 (Mc 8,29). Y el cristiano sabe que esta respuesta sólo se puede dar en la fe, 
es decir, si se lleva a la re-revelación, Dios se levanta el velo y las
 subvenciones "para contemplar la humanidad de Jesús", como 
la imagen del Padre a continuación, se decidió que cada oír esta pregunta, 
no estar satisfecho en un cerrado y auto incapaz de mirar y escuchar, y
 luego obedece a su conciencia. El cristiano sabe que cada ser humano
 es a imagen y semejanza de Dios, para ser capaz de auto en el sentido 
del bien y del mal, capaz de recibir la luz y luchar contra la oscuridad. 
Jesús de Nazaret por los cristianos es la historia de Dios narrada en su 
vida humana, para otros es un hombre interesante, un hombre extraordinario
 que tiene, como él dice Scalfari, "amar a los demás más que a sí 
mismo." Sí, para los cristianos, Jesús ha resucitado de entre los muertos, 
conquistó la muerte, y este es el fundamento de su fe, para otros 
sigue siendo una pregunta: ¿estamos interesados ​​o no estuvo a la
 altura hasta el extremo de que el amor puede vencer a la muerte?
 La esperanza es que cada uno de nosotros, en las realidades cotidianas 
sencillas en las que se encuentra, para reanudar y continuar este diálogo:
 una comparación que no está reservado a los especialistas, porque se
 trata de la vida. Y cada uno de nosotros es un especialista, 
un experto en la vida. Cada uno de nosotros conoce el valor y 
las limitaciones, sabe lo que es para él y para aquellos que 
gustan de vivir, con el vivir y la muerte. Cada uno de nosotros sabe lo 
que significa andar en los caminos de la vida y la forma de caminar 
juntos puede ayudar a tomar medidas que, tomadas de forma aislada, 
se habría considerado imposible.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Ayuda por medio de Cáritas a los que sufrieron por los Huracanes Manuel e Ingrid



COMPARTE EN TU MURO, ALGUIEN PUEDE AYUDAR A NUESTROS HERMANOS EN DESGRACIA

Circular 31/13
México DF
17 de septiembre de 2013
"Aquel amor que viene de Dios... hace que nos ayudemos entre nosotros"
(Papa Francisco, Ángelus 04/08/2013)
A los señores obispos, al clero, a la vida consagrada y a los fieles laicos de las arquidiócesis, diócesis y prelaturas de la República Mexicana, y a todas las personas de buena voluntad:

Como es de conocimiento público, el paso de las tormentas "Manuel" e "Ingrid" ha ocasionado deslaves, inundaciones y severos daños materiales que han afectado a muchos hermanos y hermanas, particularmente en Guerrero, Jalisco, Colima, Chiapas, Hidalgo, Nuevo León, Tamaulipas, Oaxaca, Michoacán, Nayarit, Veracruz, Colima, San Luis Potosí y Morelos.
Ante esta situación, el Consejo de Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano, al tiempo de invocar la ayuda divina, invita a los obispos, sacerdotes, diáconos, personas consagradas, fieles laicos y a todas personas de buena voluntad a solidarizarnos con quienes están sufriendo esta emergencia, apoyando las iniciativas que muchos señores obispos están organizando.
La mejor forma de acercar nuestra ayuda es a través del recurso económico, que facilita los apoyos y reactiva la economía local.  Los donativos en especie se recomiendan sólo a las diócesis vecinas o zonas cercanas y que cuentan con los medios para su transportación.
Aquellos que deseen apoyar económicamente y requieran que su donativo sea deducible de impuestos, Cáritas Mexicana pone a su disposición su número de cuenta para la solidaridad en Emergencias:
Cáritas Mexicana I.A.P.
Cuenta No. 100
Clabe: 0021 8007 4600 0010 07
Banamex Suc. 746
Para que les sea extendido su recibo deducible es importante que informen a la Institución sus datos fiscales y envíen imagen de su ficha de depósito a: emergenciascaritasmexicana@gmail.com  Tel/fax: 01800-685-27-28; (55) 55 63 65 43 / 55 63 16 04.
Encomendando a nuestros hermanos en necesidad a la protección de Santa María de Guadalupe, suplicamos al Señor que nos conceda a todos ser misericordiosos como nuestro Padre celestial es misericordioso (cfr. Lc 6, 36).
+ Francisco Card. Robles Ortega 
Arzobispo de Guadalajara 
Presidente de la CEM 
+ Eugenio Lira Rugarcía 
Obispo auxiliar de Puebla 
Secretario General de la CEM



jueves, 19 de septiembre de 2013

TELEGRAMA DEL PAPA POR EL HURACÁN INGRID Y MANUEL EN MEXICO

TELEGRAMA DEL PAPA POR EL HURACÁN INGRID Y MANUEL EN MÉXICO

Ciudad del Vaticano, 19 septiembre 2013 (VIS).- El Santo Padre, a través del cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, ha enviado un telegrama al cardenal Francisco José Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara (México) y presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana a raíz del huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel que se han cobrado la vida de cincuenta y cinco personas causando más de ocho mil desplazados. Sigue el texto:
"Su Santidad el Papa Francisco, hondamente apenado al conocer las dramáticas consecuencias del huracán "Ingrid" y de la tormenta tropical "Manuel" a su paso por esa amada nación, ocasionando víctimas, heridos y numerosos daños materiales, y dejando sin hogar a muchas familias, ofrece fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, al mismo tiempo que pide a Dios que otorgue su consuelo a quienes sufren estas graves desgracias e incremente en todas las personas de buena voluntad sentimientos de fraterna solidaridad para colaborar decididamente en la reconstrucción de las zonas afectadas y ayudar de modo efectivo a cuantos están sumidos en el dolor y la desesperación.”
El Santo Padre, además, desea transmitir su sentido pésame a los familiares de los difuntos y su paterna solicitud y cercanía espiritual a los heridos y damnificados y, a la vez que los confía a las maternas manos de nuestra Señora de Guadalupe, les imparte de corazón la confortadora bendición apostólica, como signo de afecto al querido pueblo mexicano, tan presente en su corazón de pastor de la Iglesia Universal en tan lamentables circunstancias".


martes, 17 de septiembre de 2013

El Papa Francisco habla a los Sacerdotes

EL PAPA A LOS SACERDOTES DE ROMA: ESTAD SIEMPRE EN CONTACTO CON VUESTRA GENTE

Ciudad del Vaticano, 17 de septiembre 2013 (VIS).- El Papa Francisco encontró ayer en la basílica de San Juan de Letrán al clero de la diócesis de Roma, de la que es obispo. En un clima de gran cordialidad y confianza, el Santo Padre pidió a los sacerdotes que le preguntasen lo que quisieran con absoluta libertad y respondió a sus preguntas, afirmando que, ante todo, se sentía sacerdote y que ahora que es Papa le daría miedo sentirse diverso. “Tengo miedo de que, como el diablo es astuto -dijo- ... y te hace sentir que ahora tienes el poder y puedes hacer esto o lo otro... Pero, gracias a Dios, aún no soy así y si alguna vez veis que he perdido esto, por favor, decídmelo y si no me lo podéis decir en privado, hacedlo en público, pero hacedlo: “Oye, ¡conviértete!”. ¿Está claro, no?”.
Francisco habló también del cansancio de los sacerdotes porque su trabajo es duro” Existe una fatiga del trabajo que todos conocemos; llegamos a la noche cansados de trabajar y pasamos por el Tabernáculo para saludar al Señor, que es algo que hay que hacer siempre ... Cuando un sacerdote está en contacto con su gente, se fatiga, pero duerme bien; en cambio cuando un sacerdote no está en contacto con su gente, se cansa pero duerme mal.. Hay que estar siempre en contacto con la gente, que realmente tiene tantas necesidades, pero son las necesidades de Dios, que requieren un esfuerzo serio”.
Pero hay otro cansancio que es “el cansancio del corazón” que suele surgir para los sacerdotes en el último tramo de su existencia cuando vuelven la vista atrás y “en el momento en que tendrían que ver un triunfo, ven, en cambio el cansancio.. y se interrogan sobre su vida, sobre el camino recorrido y piensan en las renuncias, en los hijos que no han tenido y se preguntan si se han equivocado, si su existencia ha fracasado”. El Papa ha recordado, entonces, la fatiga de tantas figuras de la Biblia, de Moisés a Elías, de Jeremías, hasta Juan el Bautista que ,en la "prisión oscura " vive " la oscuridad del alma", y envía a sus discípulos a preguntar a Jesús si es El a quien están esperando . “¿Qué puede hacer entonces un sacerdote que vive la experiencia de Juan el Bautista? : Rezar, hasta quedarse dormido delante del Tabernáculo, pero quedarse allí”. Y luego: “Buscar la proximidad con los otros sacerdotes " y, también, con los obispos.
Respondiendo, después a una pregunta sobre el servicio pastoral, Francisco reiteró que no se debe "confundir la creatividad con hacer cosas nuevas. La creatividad, dijo, “es buscar el camino para anunciar el Evangelio y... esto no es fácil. No se trata sólo de cambiar las cosas. Es algo distinto, viene del Espíritu y pasa por la oración y el diálogo con la gente, con los fieles”. El Papa recordó una experiencia cuando era arzobispo de Buenos Aires y un sacerdote, buscaba una manera de hacer su iglesia más acogedora: “Ah , si pasa tanta gente , tal vez sería bueno que la iglesia estuviera abierta todo el día ... ¡Buena idea! Y también estaría bien que hubiera siempre un confesor disponible, ¿no?... Buena idea ! Y así fue " .
Esta ,dijo, es una creatividad audaz . Hay que " buscar nuevos caminos ". La Iglesia "también el nuevo Código de Derecho Canónico - añadió - nos da muchísimas posibilidades, mucha libertad para buscar cosas cómo éstas....Tenemos que , " buscar los momentos de acogida, cuando los fieles tienen que ir a la iglesia por una cosa u otra”. Y ha sido muy severo con aquellos curas que en las parroquias están más preocupados por pedir el dinero para el certificado que por el Sacramento. Así, observó, “alejan a la gente”. Lo que hace falta es “una cálida bienvenida " para que el viene a la iglesia se sienta en su casa. Que no se sienta explotado... Si la gente ve que hay un interés económico, se va”.
Francisco ha propuesto a los curas de Roma la figura del “sacerdote misericordioso”. Un sacerdote debe acordarse siempre de su primer amor, Jesús. “Para mí -dijo- es el punto clave: tener la capacidad de volver siempre con la memoria al primer amor... Una Iglesia que pierde la memoria es una Iglesia electrónica: no tiene vida”. Y ha recomendado a los sacerdotes de su diócesis que se guardasen tanto de los curas rigoristas como de los laxos. El sacerdote misericordioso en cambio es el que proclama “la verdad de Dios que es esta verdad, por decirlo así, dogmática o moral, pero acompañada siempre del amor y de la paciencia de Dios” y por eso añade: "No te asustes, el buen Dios nos está esperando. Vamos juntos". Esto, agregó,"debemos tenerlo siempre en mente: acompañar. Ser compañeros de viaje “... La conversión “se cumple siempre en la calle, no en el laboratorio”.
El Santo Padre se refirió también a los escándalos que han afectado a la Iglesia afirmando que había que afrontar problemas muy graves con lucidez pero sin pesimismo porque “la santidad es más grande que los escándalos”. “La Iglesia no se derrumba... al contrario, me atrevo a decir que nunca ha estado tan bien y atraviesa un momento muy hermoso; basta leer la historia. Hay santos reconocidos hasta por los no católicos, como la Madre Teresa de Calcuta, pero también hay una santidad diaria de tantas madres y mujeres, de hombres que trabajan cada día por su familia que nos llena de esperanza.”
No faltó en la conversación el tema de las periferias existenciales, referida esta vez a la situación de los católicos divorciados que se han vuelto a casar. "El problema - dijo Francisco - no se puede reducir sólo a si pueden comulgar o no, porque quien plantea la cuestión en esos términos no entiende cual es el problema real... Es un problema grave de responsabilidad de la Iglesia hacia las familias que viven en esta situación... La Iglesia en estos momentos tiene que hacer algo para resolver los problemas de la nulidad matrimonial”. El Papa reiteró que abordará este argumento con el grupo de los ocho cardenales con que se reunirá a primeros de octubre en el Vaticano y que también se discutirá en el próximo Sínodo de los Obispos sobre la relación antropológica del Evangelio con la persona y la familia, para que “sinodalmente se estudie este problema”. “Ésta -subrayó- es una periferia existencial real”.
Al final, en un clima de gran cordialidad, el Papa recordó a sus sacerdotes que el próximo 21 de septiembre celebrará sus sesenta años de ordenación sacerdotal.


domingo, 15 de septiembre de 2013

CARTA A LOS OBISPOS DEL BRASIL, a los obispos del mundo

CARTA A LOS OBISPOS DEL BRASIL
15 de agosto de 2013.
Fiesta de la Asunción de Nuestra Señora.

Queridos hermanos en el episcopado
Somos tres obispos eméritos que, de acuerdo con las enseñanzas del Concilio Vaticano II, a pesar de no ser más pastores de una Iglesia local, participamos siempre del Colegio episcopal, y junto con el Papa, nos sentimos responsables de la comunión universal de la Iglesia Católica.
Nos alegró mucho la elección del Papa Francisco en el pastoreo de la Iglesia, por sus mensajes de renovación y conversión, con sus contantes llamados a una mayor simplicidad evangélica y mayor celo de amor pastoral por toda la Iglesia. Nos tocó también su reciente visita al Brasil, particularmente sus palabras a los jóvenes y a los obispos. Hasta nos trajo a la memoria el histórico Pacto de las Catacumbas.
¿Nos damos cuenta nosotros, los obispos, de lo que, teológicamente, significa ese nuevo horizonte eclesial? En Brasil, en una entrevista, el Papa recordó la famosa máxima medieval: “Ecclesia semper renovanda”.
Por pensar en esa nuestra responsabilidad como obispos de la Iglesia Católica, nos permitimos este gesto de confianza de escribirles estas reflexiones, con un pedido fraterno para que desarrollemos un mayor diálogo al respecto.

1. La Teología del Vaticano II sobre el ministerio episcopal
El Decreto Christus Dominus dedica el 2º capítulo a la relación entre obispo e Iglesia Particular. Se presenta cada Diócesis como “porción del Pueblo de Dios” (no es más sólo un territorio) y afirma que, “en cada Iglesia local está y opera verdaderamente la Iglesia de Cristo, una, santa, católica y apostólica” (CD 11), pues toda Iglesia local no es sólo un pedazo de Iglesia o filial del Vaticano, sino que es verdaderamente Iglesia de Cristo, y así la designa el Nuevo Testamento (LG 22). “Cada Iglesia local es congregada por el Espíritu Santo, por medio del Evangelio, tiene su consistencia propia en el servicio de la caridad, esto es, en la misión de transformar al mundo y testimoniar el Reino de Dios. Esa misión se expresa en la Eucaristía y en los sacramentos. Esto se vive en la comunión con su pastor, el obispo”.
Esa teología sitúa al obispo no por encima o fuera de su Iglesia, sino como cristiano inserto en el rebaño y con un ministerio de servicio a sus hermanos. A partir de esa inserción, cada obispo, local o emérito, así como los auxiliares y los que trabajan en funciones pastorales sin diócesis, todos, en cuanto portadores del don recibido de Dios en la ordenación, son miembros del Colegio Episcopal y responsables de la catolicidad de la Iglesia.

2. La sinodalidad necesaria en el siglo XXI
La organización del papado como estructura monárquica centralizada fue instituida a partir del pontificado de Gregorio VII, en 1078. Durante el 1º milenio del Cristianismo, el primado del obispo de Roma estaba organizado de forma más colegial y la Iglesia toda era más sinodal.
El Concilio Vaticano II orientó a la Iglesia hacia la comprensión del episcopado como un ministerio colegial. Esa innovación encontró, durante el Concilio, la oposición de una minoría disconforme. El asunto, en verdad, no fue suficientemente asumido. Además, el Código de Derecho Canónico de 1983 y los documentos emanados del Vaticano, a partir de entonces, no priorizaron la colegialidad, sino que restringieron su comprensión y crearon barreras a su ejercicio. Eso favoreció la centralización y el creciente poder de la Curia romana, en detrimento de las Conferencias nacionales y continentales y del propio Sínodo de los obispos, de carácter sólo consultivo y no deliberativo, siendo que tales organismos detentan, junto con el Obispo de Roma, el supremo y pleno poder en relación a la Iglesia entera.
Ahora, el Papa Francisco parece desear restituir a las estructuras de la Iglesia Católica y a cada una de nuestras diócesis una organización más sinodal y de comunión colegiada. En esa orientación, constituyó una comisión de cardenales de todos los continentes para estudiar una posible reforma de la Curia Romana. Sin embargo, para dar pasos concretos y eficientes en ese camino – lo que ya está sucediendo – él necesita de nuestra participación activa y conciente. Debemos hacer eso como forma de comprender la propia función de obispos, no como meros consejeros y auxiliares del Papa, que lo ayudan a medida que él pide o desea, sino como pastores, encargados con el Papa de velar por la comunión universal y el cuidado de todas las Iglesias.

3. El cincuentenario del Concílio
En este momento histórico, que coincide también con el cincuentenario del Concilio Vaticano II, la primera contribución que podemos dar a la Iglesia es asumir nuestra misión de pastores que ejercen el sacerdocio del Nuevo Testamento, no como sacerdotes de la antigua ley, sino como profetas. Esto nos obliga a colaborar efectivamente con el obispo de Roma, expresando con más libertad y autonomía nuestra opinión sobre los asuntos que piden una revisión pastoral y teológica. Si los obispos de todo el mundo ejerciesen con más libertad y responsabilidad fraternas el deber del diálogo y diesen su opinión más libremente sobre varios asuntos, ciertamente, se quebrarían ciertos tabúes, y la Iglesia podría retomar el diálogo con la humanidad, que el Papa Juan XXIII inició y el Papa Francisco está señalando.

La ocasión, pues, es la de asumir el Concilio Vaticano II actualizado, superar de una vez por todas la tentación de Cristiandad, vivir dentro de una Iglesia plural y pobre, de opción por los pobres, una eclesiología de participación, de liberación, de diaconía, de profecía, de martirio... Una Iglesia explícitamente ecuménica, de fe y política, de integración de Nuestra América, reivindicando los plenos derechos de la mujer, superando al respecto las cerrazones provenientes de una eclesiología equivocada.
Concluido el Concilio, algunos obispos – muchos del Brasil – celebraron el Pacto de las Catacumbas de Santa Domitila. Aproximadamente 500 obispos los siguieron en ese compromiso de radical y profunda conversión personal. Fue así como se inauguró la recepción valiente y profética del Concilio.
Hoy en día, muchas personas, en diversas partes del mundo, están pensando en un nuevo Pacto de las Catacumbas. Por eso, deseando contribuir a la reflexión eclesial de ustedes, enviamos anexo el texto original del Primer Pacto.
El clericalismo denunciado por el Papa Francisco está secuestrando la centralidad del Pueblo de Dios en la comprensión de una Iglesia cuyos miembros, por el bautismo, son elevados a la dignidad de “sacerdotes, profetas y reyes”. El mismo clericalismo viene excluyendo el protagonismo eclesial de los laicos y laicas, haciendo que el sacramento del orden se sobreponga al sacramento del bautismo y a la radical igualdad en Cristo de todos los bautizados y bautizadas.
Además, en un contexto de mundo en el cual la mayoría de los católicos está en los países del Sur (América Latina y África), se torna importante dar a la Iglesia otros rostros además del usual, expresado en la cultura occidental. En nuestros países, es preciso tener la libertad de des-occidentalizar el lenguaje de la fe y de la liturgia latina, no para crear una Iglesia diferente, sino para enriquecer la catolicidad eclesial.
Finalmente, está en juego nuestro diálogo con el mundo. Está en cuestión cuál es la imagen de Dios que damos al mundo y de la cual damos testimonio por nuestro modo de ser, por el lenguaje de nuestras celebraciones y por la forma que toma nuestra pastoral. Ese ponto es el que más nos debe preocupar y exigir nuestra atención. En la Biblia, para el Pueblo de Israel, “volver al primer amor”, significaba retomar la mística y la espiritualidad del Éxodo.
Para nuestras Iglesias de América Latina, “volver al primer amor” es retomar la mística del Reino de Dios en la caminada junto a los pobres y al servicio de su liberación. En nuestras diócesis, las pastorales sociales no pueden ser meros apéndices de la organización eclesial o expresiones menores de nuestro cuidado pastoral. Al contrario, es lo que nos constituye como Iglesia, asamblea reunida por el Espíritu para dar testimonio de que el Reino está viniendo y que de hecho oramos y deseamos: ¡venga tu Reino!
Esta hora es, sin duda, sobre todo para nosotros, los obispos, con urgencia, la hora de la acción. El Papa Francisco, al dirigirse a los jóvenes en la Jornada Mundial y al darles apoyo en sus movilizaciones, así se expresó: “Quiero que la Iglesia salga a la calle”. Eso es un eco de la entusiasta palabra del apóstol Pablo a los Romanos: “Es hora de despertar, es hora de vestir las armas de la luz” (13,11). Sea esa nuestra mística y nuestro más profundo amor.
Abrazos, con fraterna amistad.

Dom José Maria Pires, arzobispo emérito de Paraíba.
Dom Tomás Balduino, obispo emérito de Goiás.

Dom Pedro Casaldáliga, obispo emérito de São Félix do Araguaia.

jueves, 12 de septiembre de 2013

"La renovación implica una vuelta al cristianismo primitivo" Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano

Pietro Parolin: "La renovación implica una vuelta al cristianismo primitivo"

Secretario de Estado (Designado) del Vaticano

"Hay que volver al principio fundacional de la Iglesia, pero tomando en cuenta 2 mil años de historia (...) Se cree que el Papa lo va a revolucionar todo, pero los contenidos de fe no se pueden cambiar", afirma tajante Parolin.

ROBERTO GIUSTI |  EL UNIVERSAL
Domingo 8 de septiembre de 2013 

En los finales de la cincuentena y luego de vivir cuatro intensos años como Nuncio en Venezuela, Pietro Parolin recuerda que sólo una vez en su vida se topó con el ahora Papa Francisco. El para entonces Subsecretario para las Relaciones con los Estados recibió en su despacho al Arzobispo Bergoglio, quien venía por asuntos relacionados con Argentina. Después no hubo más contactos y por eso afirma, a veinte días de su marcha a Roma, que lo primero será "acostumbrarme a su estilo e trabajo". 

-¿No adquiere su designación como Secretario de Estado una connotación especial si consideramos que se avizoran cambios en la Iglesia en los cuales tendrá usted un papel importante?

-A pesar de las reformas que quiere producir en la Iglesia, el papa Francisco se ha ceñido a criterios tradicionales según los cuales cuando tenemos un papa no italiano (y ya son tres, Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora Francisco) el secretario de estado es italiano. Eso limitaba la amplitud de la escogencia. Luego, otro criterio fue el de tomar en consideración a un miembro del servicio diplomático de la Santa Sede.

-Y usted lo es.

-Hablar de uno mismo es difícil y yo preferiría no hacerlo, pero me imagino, como él me ha dicho, que había varios candidatos para un cargo que significa ser el colaborador más cercano del Papa y que entraña grandísima responsabilidad. Me imagino que el Papa habrá pensado que yo podía ser, más o menos, la persona en capacidad de ayudarlo en esta obra de renovación que quiere hacer en la Iglesia Católica.

-Es decir, el Papa sabe de su afinidad con las ideas reformadoras. 

-Probablemente el Papa se ha hecho este juicio. La verdad es que no he hablado mucho con él y pienso que cuando tenga la gracia y la oportunidad, le preguntaré el por qué de esta elección. Así que no sabría cuál fue la razón para que el Papa pensara en mí. Puedo decir, sin embargo, que me siento muy afín a su manera de entender la iglesia y sobre todo a su estilo de sencillez y de cercanía a las personas, a su ánimo de escucharlas y de intentar, de veras, que la Iglesia pueda volver a tener una presencia significativa en el mundo de hoy.

-¿Un papa, como dicen algunos teólogos, "en" la Iglesia y no "sobre" la Iglesia?

-Siempre lo hemos dicho en la teología tradicional. Es la fórmula para indicar la estructura de la Iglesia y el origen divino del Primado (el papa). Ahora, la Iglesia es una estructura muy especial y las categorías políticas para analizar la realidad de los estados no se le pueden aplicar automáticamente. Esta no es no es una monarquía ni una democracia en el sentido formal de la palabra.

-¿Qué es entonces?

-Una comunión donde hay diferentes responsabilidades, la última de las cuales recae sobre el papa. El está en comunión con los demás y no hay papa sin comunión.

-El teólogo Hans Kung ha escrito sobre la necesidad que tiene la Iglesia, si quiere integrarse al futuro de la humanidad, de un papa que se convierta en una suerte de Juan XXIV que convoque a un Concilio Vaticano III.

-Se ha hablado mucho de eso y también de la figura del Cardenal Martini, Arzobispo de Milán (quien antes de su muerte dijo que "la Iglesia está 200 años detrás de los tiempos", nota del periodista). También se manejó la idea del Concilio Vaticano III. Pero yo creo que debemos acudir al Concilio Vaticano II, el cual fijó las directrices para que la Iglesia cumpla su misión en el mundo de hoy. Es importante aplicarlas, como lo han dicho los papas anteriores, cada uno según su propio enfoque y eso es bonito porque la variedad es buena hasta donde se pueda. Allí están cuatro planteamientos fundamentales, una mina inagotable de enseñanzas que debemos poner en práctica.

-¿Cuáles son esas directrices y porqué no se ha cumplido luego de medio siglo?

-Siempre se ha dicho que toma bastante tiempo aplicar las decisiones de los concilios. Eso es normal. Así ocurrió con el Concilio de Trento (1545-1563), que implicó una profunda transformación, luego de la división de la Iglesia y el nacimiento del mundo protestante. Eso no es sorprendente. Además, la Iglesia es un organismo complejo y en su interior hay resistencia.

-Resistencia a los cambios.

-Así es. Pero esos cambios no pueden poner en peligro la esencia de la Iglesia, que tiene una continuidad en la historia proveniente de su fundación por Jesucristo. Entonces se debe ser fiel. La Iglesia nunca podrá cambiar al punto de adaptarse completamente al mundo. Si lo hiciera y se perdiera en él, ya no cumpliría su misión de ser sal y luz para todos.

-¿Quiere decir eso que el planteamiento de las reformas implica una vuelta al cristianismo primitivo?

-Sí. Tomando en cuenta que tenemos dos mil años de historia. Ahora, esta historia no ha pasado en balde. No se trata sólo de volver al pasado, por lo menos en las formas externas, sino de volver a los principios fundacionales de la iglesia. Y quiero subraya el tema de la continuidad porque a veces parece (y no se si exagero) que el Papa Francisco va a revolucionarlo todo, a cambiarlo todo.

-¿No es eso lo que se espera de él?

-Se espera que él ayude a la Iglesia a ser Iglesia de Jesús y a cumplir su función. Eso lo deben hacer todos los papas. Pero la Iglesia tiene una Constitución, una estructura, unos contenidos que son los de la fe y que nadie puede cambiar.

-¿No existen dos tipos de dogmas? ¿No hay dogmas inamovibles instituidos por Jesús y los que vinieron después, a lo largo de la historia de la Iglesia, creados por los hombres y por tanto susceptibles de cambios?

-Ciertamente. Hay unos dogmas definidos e intocables.

-El celibato no es....

-No es un dogma de la Iglesia y se puede discutir porque es una tradición eclesiástica. 

-Que se remonta ¿a qué época?

-A los primeros siglos. Después la implementación se aplicó durante todo el primero milenio, pero a partir del Concilio de Trento se insistió mucho en eso. Es una tradición y ese concepto pervive en la Iglesia porque a lo largo de todo estos años han ocurrido acontecimientos que han contribuido a desarrollar la revelación de Dios. Esta finalizó con la muerte del último apóstol (san Juan). Lo ocurrido luego ha sido un crecimiento en la comprensión y actuación de la revelación.

-A propósito del celibato...

-El esfuerzo que hizo la Iglesia para estatuir el celibato eclesiástico debe ser considerado. No se puede decir, sencillamente, que pertenece al pasado. Es un gran desafío para el Papa porque él posee el ministerio de la unidad y todas esas decisiones deben asumirse como una forma de unir a la Iglesia, no de dividirla. Entonces se puede hablar, reflexionar y profundizar sobre estos temas que no son de fe definida y pensar en algunas modificaciones, pero siempre al servicio de la unidad y todo según la voluntad de Dios. No es lo que me plazca sino de ser fieles a lo que Dios quiere para su Iglesia.

-¿Y qué es lo que quiere?

-Dios habla de muchas maneras. Debemos estar atentos a esta voz que nos orienta sobre las causas y las soluciones, por ejemplo, de la escasez del claro. Entonces hay que tomar en cuenta, a la hora de adoptar decisiones, estos criterios (la voluntad de Dios, historia de la Iglesia), así como la apertura a los signos de los tiempos.

-Cuando el Papa se pregunta, "¿quién soy yo para juzgar a los gays"? ¿Qué no está diciendo?

-Está diciendo que la doctrina de la Iglesia es muy clara sobre este punto moral.

-Jesucristo nos acepta a todos tal y como somos.

-Sí, pero también nos pide que crezcamos y nos adecuemos a la imagen que él tiene de nosotros. La conducta de cada uno la juzga sólo Dios y esto lo ha dicho el Papa.

-Usted ha dicho que se deben lograr los cambios sin dividir a la Iglesia. ¿No cree que una manera de decidir sobre su aplicación sería consultando al grueso de la feligresía o al menos a los obispos? ¿No es necesaria una democratizaciòn?

-Ciertamente. Siempre se ha dicho que la Iglesia no es una democracia. Pero es bueno, en estos tiempos, que haya un espíritu más democrático en el sentido de escuchar atentamente y creo que el Papa lo ha indicado como uno objetivo de su pontificado. Una conducción colegiada de la Iglesia donde puedan expresarse todas las instancias. Luego le correspondería a él tomar una decisión.

-Cuando se plantea la necesidad de cambios uno se apercibe que el Papa, antes que hablar, ha dado muestras de esos cambios con su ejemplo de sencillez y austeridad. Ese comportamiento, que contrasta con el de la Curia, ¿no nos está diciendo que la Iglesia está lejos de la feligresía, que ha ido perdiendo contacto con la realidad social y que la reivindicación de los oprimidos está más lejana que nunca?

-Me parece fundamental la capacidad del Papa para inducir los cambios a través del testimonio personal.

-¿Algo sin precedentes en la historia de la Iglesia?

-No, pensamos en Juan XXIII. Pero a mí no me gusta contraponer. Hay estilos diferentes. Eso sí, lo debemos aceptar y es normal porque la Iglesia es un jardín donde hay flores de distintas formas, colores y perfumes. Entonces, hay diferencias entre los papas. Pero el Papa Francisco está incidiendo sobre algo tan importante como el acercamiento de la Iglesia a los más pobres. Ese es el sentido de la Iglesia, que no existe para sí misma sino para llevar a Jesús a la humanidad. Y que El sea vida abundante para la humanidad y sobre todo para quienes no tienen. La Iglesia es un puente, como lo es el papa, entre Dios y su revelación y redención de la humanidad.

-¿Otra señal de la determinación del Papa no está en su decisión de investigar los hechos de corrupción?

-El Papa siente de una manera muy especial el tema de la corrupción por venir de un continente donde el problema es muy grave y ese es uno de los grandes desafíos de América Latina. El lo ha enfrentado en Argentina, y ahora retoma lo que condenó como arzobispo. Este es un punto fundamental sobre el cual quiere trabajar porque la corrupción acaba con las sociedades y los estados.

-Luego está la sanción ejemplarizante a quienes han caído en la pedofilia.

-En esto el Papa está en línea con lo que se hace desde el tiempo de Benedicto XVI: tomar una postura fuerte y especialmente con las víctimas, para que no se repitan estos hechos.

-Me imagino que no resultó fácil.

-No lo ha sido. Yo espero que el país pueda superar la polarización y la conflictividad. Hay diferencias pero éstas no deben convertirse en divisiones y contraposiciones, sino en enriquecimiento mutuo. De manera que lo importante es que Venezuela propicie puntos de encuentro en un clima de justicia, democracia y solidaridad.

-Una tarea pendiente es la designación de sus sucesor en Venezuela.

-Me imagino que podré indicar algunas personas que me parezcan aptas para este cargo, aunque al final la decisión le corresponde al Papa.

-¿Qué piensa va a ocurrir con otras confesiones? ¿Es posible la reunificación con la Iglesia Católica de Oriente? ¿Cómo se plantea las relaciones con el islamismo?

-El Papa mantuvo relaciones cercanas y fraternas con los representantes de otras religiones en Argentina. Además, esta es una clara directriz de El Vaticano II: diálogo interreligioso después del diálogo intrarreligioso. Con las confesiones cristianas el objetivo es la unidad. ¿Se podrá llegar a eso? Nosotros lo esperamos. Ya se ha recorrido mucho camino con los papas anteriores. Los tiempos son los tiempos de Dios. El Papa está haciendo lo posible por llegar a una unidad visible. En cuanto a los otras religiones, debemos colaborar para que Dios no desaparezca del horizonte porque hay una secularización, sobre todo en Europa, pero también en América Latina y Venezuela y eso significaría la pérdida del sentido de Dios. 

-La pérdida de la fe.

-Sí, ese es un tema fuerte en Benedicto XVI. Y también el de la paz y la convivencia pacífica. En eso las religiones tienen una papel fundamental.

-El Papa ha demostrado un gran interés por la situación en Siria y usted sabe de eso.

-Ciertamente tengo cierta experiencia en ese tema. Como Iglesia tenemos en nuestras manos la posibilidad de participar en la vida internacional a través de la diplomacia.


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